lunes, 13 de noviembre de 2017

Muchick

“Las palabras son símbolos que postulan una memoria compartida”.
“Cada palabra es una obra poética”.
(J. L. Borges).


EL MUCHIK UNA LENGUA SIGNIFICATIVA Y TRASCENDENTE

El valor que damos a nuestras palabras, es nuestra identidad, define lo que somos y cómo nos relacionamos con los demás. Esta identidad cultural que actualmente, nos define claramente como orgullosos descendientes de la gran civilización mochica no estaría completa como conjunto de peculiaridades culturales sino tomamos en cuenta un aspecto relevante: la lengua que utilizaron nuestros ancestros. Los mochicas no escribieron, pero dejaron un gran legado cultural en cerámica, textilería, arquitectura y orfebrería, imposible de inventariar, a través de esta herencia cultural material se ha reconstruido el ese pasado de esplendor de esta civilización que floreció en lo que hoy es la costa norte peruana entre los siglos I y VIII d. C.; sin embargo merece especial atención la herencia lingüística de su lengua ancestral: el muchik o lengua yunga, uno de los idiomas ampliamente difundido y hablado por nativos mochicas y de otras sociedades originarias de la costa y parte de la sierra norte del Perú que perduró durante siglos como testigo de ese grandioso pasado hasta el siglo pasado y que hoy se considera una lengua extinta.


La desaparición o extinción de una lengua no solo constituye una preocupación sociocultural, sino que repercute en diversos ámbitos que afectan la interculturalidad de un pueblo o país; pero si esta lengua aparece documentada en diversas etapas cronológicas y permanece guardada en fuentes fehacientes accesibles, como es el caso de la lengua muchik, consideramos que el registro lingüístico recopilado de este idioma puede servir, en la actualidad, como punto de partida para revalidar y difundir su uso y contribuir al fortalecimiento de la identidad cultural en nuestra región Lambayeque.

El patrimonio de las palabras que constituyen esta lengua milenaria no solo son emblemas de la cosmovisión, forma de vida, conexión con los elementos de la naturaleza, sino que además representan la memoria y el alma de un pueblo que permanece vigente siglos después y que en aras de reivindicar esa esencia creemos que resulta oportuno y casi obligado revitalizar la difusión de su idioma en las nuevas generaciones para dar continuidad a esa sucesión cultural que define históricamente la identidad de esta tierra mochica.

Los mochicas configuraron una lengua propia y original, hablada desde Piura, hasta el Santa, por supuesto con matices y variaciones de acuerdo al contexto, que sirvió para transmitir la concepción del hombre y del mundo a extensiones conquistadas y que aún hoy pervive en el inconsciente del poblador yunga junto esa fortaleza para luchar por lo suyo, por lo que le pertenece y sobreponerse a las adversidades que los hizo ser únicos, ese ímpetu imperecedero es el que trasunta en el contenido del lenguaje mochica presente en elementos cotidianos y de la naturaleza que nos rodea, en nombres de lugares y de personas, que desde nuestro punto de vista es necesario acercar a los niños y jóvenes para conocer el origen y procedencia significativa y los lleve a reafirmar su sentimiento de pertenencia a una cultura milenaria en la que nuestros ancestros consideraban a la palabra dada, como muestra de credibilidad.

El camino es arduo; el espíritu, optimista, por eso creemos que el esfuerzo que se emplee en la transmisión (enseñanza-aprendizaje) de la lengua yunga no debe amilanarnos al encontrar obstáculos en el camino ya que nos remitiremos a reconocer la limitación en la estructura gramatical; razón por la cual nos centraremos en la difusión de frases, oraciones, mensajes y temas breves con sus correspondientes traducciones en eventos culturales como fechas cívicas y académicas que revaloren e impulsen la difusión y recuperación de la lengua muchik, ciñéndonos a la Ordenanza Regional N° 011-2010-GR.LAM./GR.

Para concluir asumimos como compromiso la importancia de salvaguardar el patrimonio lingüístico heredado porque consideramos valioso educar a nuestras estudiantes en una pertinencia cultural lingüística que fortalezca nuestras raíces haciendo entender a qué grupo cultural pertenecemos, pues los mochicas estamos vivos, estamos aquí.

“La semilla es pequeña, pero rompe cualquier piedra, cualquier roca, y la hace florecer”.



Ed muchik mæich quizmir æn
(La lengua de nuestros antepasados)

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